Decidir qué lugares vamos a visitar en la ciudad de destino de nuestro viaje suele ser más o menos sencillo porque, aunque sea de oídas, sabemos que monumentos o museos son de obligada visita.
Esta tarea cambia por completo cuando nos animamos a viajar a Italia y, hemos de organizar los lugares qué ver en Roma en 3 días para aprovechar al máximo nuestra estancia en la ciudad eterna.
Está claro que no puede faltar una visita al Coliseo junto al Foro Romano, y acercarse hasta el Vaticano para maravillarse con las obras de sus Museos incluida la Capilla Sixtina, pero en Roma hay mucho más por descubrir recorriendo sus históricas calles. Estos son algunos lugares que desde aquí te recomiendo.
Que ver en Roma: Día 1
El primer día puedes realizar la visita al Coliseo y los Foros Imperiales, que te ocuparán toda la mañana. Desde allí mi recomendación es dirigirse al barrio de Trasevere, por el camino puedes aprovechar y pasar por lo que fue el Circo Maximo, que se encuentra muy cercano a la Boca de la Verdad.
Trastevere se merece un buen recorrido, es un barrio encantador, puedes acercarte al Gianicolo y tener una bella panorámica de Roma y cenar, si el tiempo lo permite, en la terraza de alguno de sus deliciosos restaurantes.
Descubriendo Roma: Día 2
El segundo día podemos dedicar la mañana al Vaticano, recorrer sus museos, jardines y basílica nos llevará horas. Desde allí nos dirigimos a la cercana y hermosa plaza Navona, donde podemos degustar los mejores helados de Roma mientras admiramos la Fuente de los Cuatro Ríos, diseñada por Bernini, ubicada en el centro de una plaza llena de vida y artistas que allí se concentran ofreciendo su arte a los turistas. También podemos comer (o cenar) en alguno de sus restaurantes que se esconden en las pequeñas calles que la rodean. Vale la pena darse una vuelta para decidir con calma y no aventurarse a entrar en la primera pizzería.
Salimos de Navona y vamos paseando por sus encantadoras calles hasta llegar en pocos minutos al Panteón, siglos de historia se acumulan en sus muros y en su bella cúpula que aguanta el paso de los siglos maravillando a los visitantes.
Desde allí, a poca distancia y entre calles empedradas, llegaremos a la Fontana di Trevi. Obligada su visita tanto de día como al atardecer. La iluminación nocturna resalta aún más su belleza y sin duda echaremos una moneda para llevarnos un poco de suerte y amor si es nuestro deseo.
Seguimos el recorrido acercándonos hasta la plaza de Spagna, con su imponente escalera, famosa por aparecer en películas y eventos de moda, con tiendas exclusivas de las mejores marcas que se distribuyen en sus calles adyacentes.
Si aún tenemos ganas de caminar un poco más, a pocos minutos tenemos la plaza del Popolo, con sus iglesias gemelas, y ascender al mirador sobre la Piazza que nos ofrece una bella postal en vivo de Roma.
Despidiéndonos de Roma: Día 3
El tercer día, dependiendo de los gustos de cada uno, se puede aprovechar para visitar las Catacumbas ubicadas en la Via Appia, o también pasear por los bellos jardines de Villa Borghese, posiblemente el parque más bonito de Europa, con sus fuentes, lagos, edificios y el famoso museo Galleria Borghese, con obras de Caravaggio, Rubens o Bernini.
Hay muchos otros lugares, quizás menos conocidos entre los turistas, pero que si te animas, por poco que puedas, te recomiendo visitar, como la Domus Aurea de Nerón o las Termas de Caracalla y sobre todo, callejear por la ciudad eterna, porque Roma es, en sí misma, un museo al aire libre.